martes, 30 de agosto de 2011

Sibulo es mi perfil.

Me gustan mucho los videojuegos, ya sean de consola, de consola portátil, de ordenador, de lo que sea; enserio me gustan mucho, porque cada uno de ellos es capaz de meterte en un mundo diferente, con miles de posibilidades, en el que puedes pasar un gran rato sin aburrirte. Me gusta jugar.

Sin embargo mi historia dentro de los videjuegos no es demasiado larga debido a unos padres que nunca han sido muy simpatizantes con las consolas y los juegos, no entiendo porqué, pienso que deberían estar en la infancia de todo niño. De pequeño contabamos mi hermano y yo con la ayuda de un ordenador de sobremesa para entretenernos mientras los demás estaban con las game boy y las PS1. Fueron grandes tiempos de viciadas a los sims (que los tenía todos) y a los juegos de máquinas de bar (no sé cómo se llaman pero los tenía también todos metidos dentro del ordenador).

La segunda etapa llegó con la adquisición de un par de Game Boy Advance por nuestra parte. El ordenador quedó en el olvido, así como sus millones de juegos, y nos centramos en pasarnos el pokemon (en mi lugar) y otros juegos (en el de mi hermano). Fueron grandes tiempos, mejor dicho, grandes meses, ya que tampoco nos duraron mucho. Nos las robaron.

Tras este punto donde pudimos acariciar la libertad de los juegos en consolas portátiles conseguimos que mis padres cediesen, y nos compramos la PS2 junto con dos juegos míticos: Harry Potter Quidditch y NBA 2004. Esos juegos dieron mucho que hablar, junto con muchos otros. Destacamos títulos como: FFX-II, Need for Speed: Most Wanted, Guitar Hero, Teken 5, Champions of Norrath, y muchos más. Lo siento, nunca he sido de juegos de fútbol.

Por último nos encontramos el la etapa actual. Tras la PS2 llegó la PS3 a mi casa, justo en su lanzamiento, pero a su vez llegaron los ordenadores portátiles. Confieso que nunca he llegado a jugar tanto a la PS3 como lo hice en su época a la anterior, pero de todas formas he seguido jugando hasta que hace dos años más o menos dejé de usarla como entretenimiento para centrarme en los videojuegos de ordenador. Entre estos últimos siempre me han llamado mucho los juegos en línea, también llamados online, y la capacidad de poder jugar a tiempo real con personas de todo el mundo y poder contactar con ellas. Entre ellos he jugado mucho más a los MMORPG (Massively Multiplayer Online Rol-Playing Game), o como el mundo los conoce: tipo World of Warcraft. De esos habré jugado a 4 o 5, siempre gratuitos al principio, y al WoW en un servidor pirata (WoWCORE, lo recomiendo). Me han absorbido siempre mucho estos juegos, pero sobretodo el último, llegaba a dormir tan solo unas horas por la noche para jugar más en vacaciones, jugaba a todas horas, y me reunía con mis amigos tan solo para quedarnos jugando todos juntos en una misma habitación. Eso sí, era muy divertido.

En estos momentos he dejado los juegos de ese tipo y estoy jugando a DoTA, concretamente al League of Legends. Es un gran juego, muy entretenido y que no te absorbe tanto ya que puedes hacer partidas cortas de tal forma que solo te ocupe el tiempo entre plan y plan, no tienes por qué quedarte en el ordenador todo el día metido.

Ha sido un placer contaros mi vida.

domingo, 28 de agosto de 2011

It's over

Aún no ha acabado agosto, pero sí el verano. Hoy es el día en el que puedo asumir que tengo que hacerme a la rutina. Hacerme a la idea es tan solo cuestión de tiempo, ya que no soy de los que sufren haciendo todo el día lo mismo, no le tengo miedo al tedio ni a las repeticiones, y las prefiero antes que a una sorpresa inesperadamente mala. Tenemos que ser positivo, y va a ser un gran año, otro más.

El verano ha sido muy bueno, no me puedo quejar. Necesitaría un libro muy gordo y "tocho", como esos de las recetas de las abuelas, o de los que se lee tu madre que solo hablan de amor, para explicarlo todo, así que intentaré resumirlo.

Julio lo pasé en Valencia. Lucía vino a verme y me lo pasé muy muy bien yendo a Terra Mítica con ella y con los amigos y perdiéndome por los buses y Valencia en general por su culpa (sí, su culpa). Ahí prácticamente acaba mi verano en Valencia, y creo que lo conté hace un tiempo con fotos y todo...

Agosto es mes de playa, por eso me voy al apartamento. Demasiado calor para levantarse antes de las 11:30, simplemente no valía la pena. Las promesas que nos habíamos hecho anteriormente de levantarse todos los días pronto para ir a correr por la playa o por cualquier sitio se quedaron en eso, en promesas (lo siento, Blanca y Edu, asumo que he estado vago). Mareny es pausa permanente, pesadez en miembros e ideas, pocas ganas de moverse ya que se está genial tomando un helado por la noche en el paseo, en el ancla. En Mareny no hay grandes planes, sino muchos, y siempre los mismos, pequeños. Cabe destacar que Lucía se vino una semana, que perdimos en el campeonato de futbito, que preparé unas patatas bravas con ajoaceite y pimentón increíbles para una cena y que no corrí la maratón de allí (dígase carrera popular).

Otra de las cosas que tengo que remarcar de mi verano fueron las JMJ. Asistí desde el viernes hasta el domingo, pero me hicieron ver que la fe no es cuestión de uno, y que si la compartes puede llegar a ser de los bienes más importantes que posees. Creer en algo es importante para mí, y creo que ahora me he dado cuenta más que nunca que vale la pena.

Ha sido un buen verano, y este año será mejor.