El otro día me entregaron las notas. El resultado fue peor incluso de lo que me esperaba poniéndome en la peor de las situaciones. Cuando pasa ésto te pilla un poco a contrapié, yo al principio no tenía ni idea de qué tenía que hacer en ese momento, me quedé perplejo porque mi esfuerzo se había quedado en nada, en mierda, pero menos mal que dormir y un buen consuelo te cambia siempre la perspectiva de todo. He suspendido 3 asignaturas en este cuatrimestre, por las cuales voy a tener que pasarme estudiando otro mes entero. Además dos de ellas podrían ser consideradas las más densas y difíciles. Al principio lo veía mal, pero he comprendido una cosa: Mi sueño es ser un buen profesional de mi carrera, y hay pocas cosas que puedan llegar a ser tan buenas que pasarte un mes estudiando una carrera que amas. Podría quejarme, podría simplemente pasar de todo y dejarme esas asignaturas para el año que viene, podría encerrarme a desgana y forzarme a pasarme el día cara a los apuntes, pero entonces perdería la gracia todo. Pienso que cuando estudias una carrera no se hace como obligación, o al menos no se debería hacer por eso, sino que se ha de hacer por placer, para orientar tu futuro hacia lo que quieres hacer. Cuando estudias lo haces para el bien de tu futuro, es como una inversión, y es genial conocer cosas buenas. Así que he suspendido 3 asignaturas, pero eso me ha hecho darme cuenta de todo lo que deseo convertirme en quien seré en unos cuantos-bastantes años, simplemente YO.
Hay tantas cosas que quiero hacer en el futuro a partir de este momento, y quiero ser consciente de todas, además de realista. Quiero hacerme una lista mental cada cierto tiempo con todas las metas que tengo por delante, quiero cumplir todas mis metas, quiero ponerme más que sean imposibles, quiero destrozar esa imposibilidad. Quiero encontrar en cada pelusa de mi cuarto la motivación suficiente como para ponerme a barrer, y en cada página de un libro el deseo de leer. Le estoy empezando a encontrar el placer a las cosas, simplemente poniéndole una sonrisa a todo.
Hay varias cosas que he aprendido en este tiempo:
- Todo empieza, acaba y vuelve a empezar, es un ciclo. Excepto las teorías de psicología, que solo empiezan.
- Sigo odiando la psicología, pase lo que pase no me motiva.
- Cuando se cierra una puerta, se abre un ventanal.
- Las sonrisas cambian el valor de una persona.
- Hay veces en los que la gente ha de encontrar una motivación, y hay otras veces en las que la motivación encuentra a alguien.
Intentaré actualizar el blog más a menudo, pero tengo un mes intenso, así que se hará lo que se pueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario