domingo, 26 de junio de 2011

Faltó nada para el 10.

Ayer fue el día de mi sorpresa...

No quiero estropearlo todo con palabras, así que no hablaré mucho de mi sorpresa. Me había mentido, al final vino ella. Fue genial. Pasamos el día juntos, y cuando se fue pensé dos cosas: ella se iba, y no volvería a verle hasta dentro de unas semanas, pero el día había estado genial. Un día para recordar.

Mis padres me hicieron la pillada del milenio. Les dije que me iba a la biblioteca, y curiosamente se les estropeó el coche y necesitaban que les dejase las llaves de mi pequeño. Lo peor de todo es que se tragaron la bola hasta que volvieron a pasar por la calle de mi casa, ya en mi pequeño, y me encontraron con ella. A partir de ahora odio a mi hermana, y de verdad.

Mi hermano volvió de Mallorca, y tenía muchas ganas de verle. Ha venido con historias de puertas rotas, de amenazas por la fianza, de mucho alcochol con demasiada graduación, pero también con regalos. Me ha traído una pua de "Mallorca Rocks" y una toalla con el "Mallorca Triathlon" (ya explicaré que es). Creo que se lo ha pasado muy bien, y si no lo ha hecho no se acuerda.

Ayer fue un gran día.

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