Hoy acaba la primera semana del principio de la rutina.
Ha sido una semana un pelín dura, por la vuelta, pero ha sido más o menos relajada. Dura porque no puedo estar con ella, porque tengo que levantarme muy temprano y porque hay que estudiar y aguantar las clases. Relajada porque aún no hemos empezado lo fuerte, aún no hay que estudiar demasiado y aún tengo tiempo para aburrirme y para entrenar. Dentro de unas semanas será mucho más duro.
De todas formas me gusta la rutina. No soy de los que prefieren las sorpresas inesperadas que te cambian los planes, aunque, si es buena, no viene mal una de vez en cuando. Así es como ella vino a verme, por sorpresa. En ese momento me encantaron las sorpresas.
Me encantaría hacer una rutina junto a ella.
PD: Es lo que siento.
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