miércoles, 30 de noviembre de 2011

Me encanta El Mundo Today.

El Mundo Today es un grupo formado por Xavi Puig y Kike García que se dedica simeplemente a hacer reír a la gente mediante artículos de prensa satírica. Estos artículos los puedes encontrar cada día en su blog, y creeme, vale la pena leerlos y le alegran a más de uno el día.

Recientemente, la marca española Adolfo Dominguez ha amenazado a este grupo por un artículo que escribieron hace un tiempo en el que decía que los nuevos diseños de los trajes del Ku Klux Klan serían realizados por Adolfo Domínguez, y les denunciará en el caso de que no quiten la noticia de su web.

Como no me parece bien que los de arribe regulen el Internet de esta forma, ya sea cerrando webs, limitando el contenido de éstas o de cualquier otra forma tan invasiva, me voy a unir a la iniciativa que he oído por ahí. La iniciativa consiste en reproducir el artículo que se denuncia en tu blog, así que aquí lo tenéis. De veras, no tiene desperdicio.


ADOLFO DOMINGUEZ DISEÑARÁ EL NUEVO UNIFORME DEL KU KLUX KLAN

Una de las pruebas de vestuario ya realizadas
El diseñador gallego Adolfo Domínguez ha sido elegido para definir la nueva imagen de una de las organizaciones racistas e ilegales más emblemáticas del mundo. Aparte de su amplia trayectoria profesional, ha jugado en favor de su candidatura el hecho de que en España los uniformes de las procesiones de Semana Santa tengan un look que destila parte de la esencia del Ku Klux Klan, y se confía en la capacidad de Domínguez de ser fiel a los parámetros básicos del atuendo sin renunciar a un aspecto más “casual” y adaptado a los nuevos tiempos. “El Ku Klux Klan es como la Coca-Cola de las sectas radicales. Tienen una imagen muy marcada, un uniforme muy icónico. Por lo tanto, es todo un reto modernizarlo sin perder identidad. Además, saben que tienen que adaptarse pero son muy conservadores y estrictos. Me han prohibido jugar con el negro, entre otras cosas. Pero asumo el desafío” declara el diseñador.

“Los negros cambian, hasta salen en House disfrazados de médico. O trajeados en Pulp Fiction. Los cabrones no han perdido el tiempo. Aunque la mona se vista de seda y todo eso no podemos dormirnos en los laureles” declara uno de los representantes, que ha querido mantener el anonimato aunque sí ha insistido en aclarar que no es negro. “El blanco es lo que nos define, pero se mancha mucho. Y la lejía lo acaba amarilleando. Y pasar de blanco a chino, aunque no es peor que pasar de blanco a negro, sin duda no conviene. O sea que hay que encontrar un color que sea puro, que sea antinegro, pero que sea llevable. Tenemos muy claro que no queremos ni negros ni marrones. El gris tampoco, porque tiene parte de negro. Verde ni hablar, porque no somos ecologistas. El lila, bueno, si me dices lila te parto la cara. Y si dices arco iris mato a toda tu familia. ¿Qué color, entonces? Pues ni idea. Pero si lo supiéramos lo diseñaríamos nosotros” reflexiona otro portavoz de la organización radical.

“Probablemente sea el cliente más difícil que he tenido”, reconoce el diseñador. “Cuando diseñé el uniforme de las azafatas de Iberia sólo me pidieron que no optara por colores que recordaran a una explosión en el aire. Pero eso es otra cosa, casi ningún color les gusta. Cuando habíamos decidido optar por el amarillo combinado con rojo, por su similitud con el fuego, alegaron que era demasiado vistoso para una secta clandestina. Así que seguimos dándole vueltas al asunto”.

Mientras Adolfo Domínguez se centra en los primeros bocetos, el Ku Klux Klan sigue revisando el árbol genealógico del modisto para descartar que tenga algún antepasado negro. “En eso tengo plena confianza. No encontrarán ninguna mancha en mi expediente familiar. Somos todos de piel muy blanca. De hecho yo es ponerme al sol y quemarme. Me pasa aquello de que se te pela la nariz y te pasas el día sacándote pellejos. Es lo único que me molesta de la playa, no ser negro al menos dermatológicamente” afirma Domínguez.
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Me gusta mucho El Mundo Today, pero no es solo por eso por lo que les defiendo. Está claro que internet es de todo el mundo, y que debemos respetarnos en ella los unos a los otros, y para ello debe haber una especie de legislación. El problema es que NO la hay, y en el caso de que se escribiese en este momento sería un conjunto de leyes con el objetivo de favorecer a unos pocos, y no nos representaría a muchísimos otros, la gran mayoría. Creo que todo ésto debería cambiar.

Narwhals


Con suerte coincidís con la cabecera.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Somos unos cutres.

Recientemente me he "comprado" (descargado) el nuevo juego de Bethesda para PC: "Ender Scrolls V: Skyrim" es un RPG que se desarrolla en primera persona, y en mi opinión es uno de los mejores juegos que he jugado nunca, y no solo por el estilo de juego, sino por la libertad, por la exquisita jugabilidad y la larga duración. Además, no es un "ve al quinto pino y mátame 10 osos", sino que sus misiones tienes más contenido y muchísimo más diálogo. El argumento es realmente bueno, también hay que decirlo.


Eso no es lo más importante, realmente el juego es solo lo que me ha hecho pensar, y he pensado mucho. Mi problema es que o no soy el mejor jugador del mundo de ningún videojuego, ni mucho menos, y hay algunos que me cuestan más que otros. Este no era en principio un problema, y me sentía inmortal cuando iba por ahí corriendo disparando llamitas por las manos. Parecía guay. Sin embargo cuando haces más misiones te das cuenta de que los bichos, muertos, zombies, gigantes, mamuts, dragones e incluso otros NPCs (humanos controlados por la máquina) te matan con tan solo mirarte. Joder, que soy de papel.

Y entonces es cuando pienso: En realidad, el ser humano es una mierda. El ser humano no es fuerte, las hormigas son fuertes, los gorilas son fuertes, las mandíbulas de los cocodrilos son fuertes, y el ser humano es una puta mierda. El ser humano no es rápido, el guepardo es rápido, la gacela es rápida, el perro, nuestro vasallo, es muchísimo más rápido que el humano, seguimos siendo mierda. Pero es que además no nadamos bien, no respiramos bajo del agua, no escavamos, no vemos en la oscuridad, pasamos muchísimo frío por no tener ningún tipo de aislante natural, no tenemos una dentadura en condiciones, carecemos de armas naturales como zarpas, no volamos y no escupimos de forma guay como las llamas.


Es decir, como animal somos una mierda, y como raza más, que somos capaces de extinguirnos a nosotros mismos. El problema para la selección natural es que tuvimos la suerte de que nuestro cerebro se expandiese, y entonces le frustramos los planes para la aniquilación de la raza humana al desarrollar la medicina, los utensilios y las máquinas, entre otras cosas. Eso sí, hay que decir que en muchas ocasiones el cerebro no se desarrolla correctamente y nos sale toda esa panda de parásitos sociales que podemos observar en la calle.

Así que lo he pensado muy bien, y estoy hasta los cojones de que me maten de cualquier vil forma. Voy a tratar de no buscar más en el juego momentos en los que me enfrento cuerpo a cuerpo, y cuando los tenga me refugiaré tras mi escudo, a lo cabrón, y me inflaré a ponerme veneno en las armas, a lo joputa. A partir de ahora me voy a poner a correr por el mapa dando saltitos y disparando flechas, que de momento así es como me he cargado a los dos únicos jefazos contra los que me he enfrentado. Pondre trampas de magia y a cosas de esas. Al menos que se note que tenemos cerebro humillando a los bichos.

También me hace gracia que el ser humano se ha inventado la magia como algo que nos haría superiores a los animales en el caso de tenerla, pero no la tenemos, así que nos jodemos. Sin embargo, el tema de la magia es muy extenso, y me encantaría hablar sobre ella en otra ocasión.

¿Por qué?, como dijo Joseph Mourinho, ¿por qué nos hiciste tan cutres, Dios?

jueves, 24 de noviembre de 2011

Cambios

Hoy me he enterado de algo, que no viene al caso, pero la cuestión es que me ha hecho pensar en todo lo que tenemos alrededor y como puede cambiar en nada. Realmente nos cuesta demasiado conseguir algunas cosas, y demasiado poco tiempo perderlas. Además, muchas veces no depende de ti, y esas pérdidas son las que más duelen.

El problema es que el tiempo pasa, y con el tiempo solo conseguimos pensar. Pensar equivale a comernos la cabeza, a intentar implementar cambios en nuestra vida, por muy bien que estemos, y esos cambios son lo que nos mueven. A todo ésto, si no hubiese cambios todo seguiría siempre igual, hecho una mierda, por lo que los cambios tampoco están mal.

El fin de semana pasado fueron las elecciones, y a mi parecer la mentalidad de las personas también ha cambiado en varios sentidos. Por una parte, mucha gente ha retirado la confianza del partido que anteriormente gobernaba, por otra parte, muchos de ellos han apoyado al partido que se encontraba en la oposición; pero además encontramos que otros muchos han pasado a votar a las minorías, o se han apoyado en los nacionalismos. Realmente no sé si todo ésto es bueno, o malo, simplemente lo tengo que interpretar como un cambio más, que espero que salga todo lo bien que se pueda.

Para el resto de los cambios, que vengan cuando quieran, que yo les espero, pero, por favor, los trastornos que se queden en su casa, que yo como estoy soy muy feliz.

viernes, 18 de noviembre de 2011

PAT

Lo he estado pensando mucho, y creo que en innumerables ocasiones nuestras caras se asemejan a ésto:


En efecto, un perro pachón. ¿Realmente piensas que me apetece levantarme cada día y ver como tu cara es más parecida a ese perro que la de uno de su misma especie? Hay que cambiar de mentalidad, de veras.

Rubén Romeo Darío Rodríguez, mi entrenador de toda la vida, un día nos explicó el significado de un PAT. Un PAT era, en alvanocosovar, o qué se yo en qué idioma dijo, algo así como un sujeto que ponía en todo momento cara de perro pachón y no hacía nada más que quejarse de todo, lo que le impedía disfrutar de las cosas. Debió decir muchas más cosas, es más, lo apuntó en la pizarra, pero yo me quedé con lo de la cara y la actitud, que pienso que es siempre lo más importante.

Hay muchas personas que por la cara no pueden hacer nada, no todo el mundo sale guapo o guapa, pero no todo es la genética. Por muy feo que seas siempre te puedes arreglar algo, yo que sé, aféitate esa barba de talibán que te sale, o deja de comer chocolate y hacerte #%&@$ para que no te salgan más granos. Además, toda cara mejora mucho con una sonrisa, y ya no pido que todo el mundo se pase el día sonriendo, sino que debemos dejar de poner esas caras y hay que tratar de esbozar una leve sonrisa cuando nos encontramos a alguien que nos importa. Nada de caras de perros pachones por favor.

Luego está el tema de la actitud. Me encanta hablar de la actitud. El caer bien es cuestión de actitud, igual que el que te salgan bien las cosas. Muchas veces hasta las desgracias que te ocurran serán cuestión de tu actitud. Levántate por la mañana, búscale el sentido oculto a las cosas, disfruta hasta de la última patata frita del Burger King, que están increíbles, abre los ojos a tu alrededor, sal a hacer ejercicio, no te quejes, disfruta de cada momento que tienes. Vive, o aprende a vivir, por favor.

Sino aprendes a vivir, al menos deja vivir a los que lo hacen, no contagies esa actitud a nadie, te lo pido.

jueves, 17 de noviembre de 2011

La vida pasa.


La vida es rápida, la vida no espera. Realmente lo que pasa es el tiempo, y en ese tiempo tú eres el que decide cómo vivir tu vida, como superar las cosas, o como anticiparte a ellas. Me río de quien diga que la vida es sencilla, ya que hasta la persona más simple tiene decisiones que la persona más ocupada y compleja no sabría cómo tomar. La vida es constante evolución.

Las decisiones que tomamos nos van a marcar siempre.

jueves, 10 de noviembre de 2011

El dilema de La Caja.

Hay ocasiones en la vida en la que se nos proponen situaciones muy curiosas, y no son curiosas por lo complicadas que puedan llegar a ser, sino por la curiosidad de nuestra respuesta. Hay, sobre todo, un tipo de estas situaciones que se pueden explicar por el llamado "dilema de la caja".


Imagina que te encuentras en un concurso, y el presentador te da a elegir entre un pedazo de premio o lo que se esconde en el interior de la caja. Tú sabes qué es claramente el pedazo de premio que te ofrece, pero la caja no, no tienes ni idea, y eso es lo que en muchas ocasiones te hace decidirla. La mera posibilidad que pasa por nuestra cabeza de que el premio contenido en el interior de la caja sea mayor, o mejor, que el premio que tu puedes ver físicamente lo hace demasiado tentador, y no hay demasiados que se resistan.

El dilema de la caja lo podemos trasladar a un montón de situaciones diferentes. En vez de una caja puede ser una cortina, o en vez de ser un premio puede ser una amistad, una relación, o cualquier cosa. Es nuestra naturaleza curiosa la que nos hace perder el premio seguro.

Mi primer dilema de la caja lo encontré entrenando, en la piscina, a waterpolo. Entonces te preguntas: ¿y qué te encontraste? Y es que mi entrenador, un gran tipo gracioso como el solo, nos ponía en la pizarra dos entrenamientos diferentes, ambos duros, pero uno menos que otro, y después nos ponía un entrenamiento sorpresa. Lo hizo varias veces. Recuerdo que solo en una ocasión no nos arriesgamos, y salimos ganando, pero me alegré de haberme arriesgado las demás veces, porque el riesgo estaba presente, y no te importaba correrlo.

De todas formas no hay que fiarse en los dilemas de las cajas en los concursos, ya que debería estar probado que si escoges la caja habrá un maldito clip, y si coges el premio tangible habrá una maldita maravilla en la caja. No es mala suerte, sino que son cosas que tienen que pasar así.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Algo como de ciencia ficción.

Yo pienso, luego existo, como diría un drogadicto allá por el año XVI y XVII (nótese que con drogadicto me refiero al término filósofo, que no quiero crear mal ambiente, pero es que muchos me lo parecen). Mi problema es que hay momentos en la vida en los que pienso mucho, ¿demasiado? nunca es demasiado, pero hay otros momentos en los que no pienso tanto, y claro, no soy plenamente consciente de lo que me rodea.

La vida es como una caja de bombones, al principio parece muy grande y luego se te hace demasiado corta, además tiene algo de ciencia ficción en ella, lo que hace que hayan momentos que  los saborees con un paladar distinto al habitual, ya sabes, los disfrutas de una forma diferente a cómo lo harías normalmente. Estos momentos tendrían que ser especiales, pero últimamente no nos fijamos en esos momentos, sino que la moda reside en dejarse llevar, en pasar...


Hemos dejado atrás la época en la que predominaba el más fuerte, y los diferentes pueblos se medían entre ellos con garrotes, espadas, piedras o lo que hiciese falta, y todo ello es una pena. El producto de este cese de la violencia armada aprobada por todo el mundo hace que la población se dispare, que los recursos energéticos se queden cortos, que los pisos tengan dimensiones irrisorias, que como sabes que vas a vivir probablemente demasiados años no disfrutes por completo de tu vida, y eso mismo es un error fatal. Estoy seguro que cuando se vivía 25 años y pasaba algo gordo en tu comunidad todo el mundo se alzaba y luchaba, pero hoy no, porque dentro de 5 años volverá a pasar lo mismo. La vida así carece de sentido. Lo único que hemos conseguido con tanto "desarrollo" es ir hacia atrás, no estamos hechos para ser tantos, nos limitamos a cerrarnos en banda a hacer aquello que nuestras leyes morales nos dejan hacer, y no lo que nuestro cuerpo e instintos piden. Así no vamos hacia ningún lado.

Los humanos hemos venido al mundo para criticarnos, para curiosearnos, para insultarnos, para pegarnos y para muchas cosas que no son "recomendables" a los ojos de la moralidad. Pero, ¿quién diseñó esa moralidad? En momentos me pregunto si fue una persona, por eso lo de la ciencia ficción.

sábado, 5 de noviembre de 2011

No existe la mala suerte.

Ahora te cuento...

Todo empezó ayer por la noche, bueno realmente empezó mucho antes. Llevo un par de semanas que estoy agobiado, bastante agobiado, porque el horario que llevo no me deja casi respirar, porque intento entrenar cuando no tengo tiempo, porque siento como no cumplo mis responsabilidades, por muchas cosas más en general, y ninguna en concreto en el terreno de lo particular. Todo se me acumula, como supongo que le pasa a mucha gente, y no sé qué hacer con toda la mierda que se acumula dentro de mi cabeza. Ayer exploté, con mi madre, con mi padre, sobre todo con ellos, y discutí, y lo pasé mal, y lloré, y más cosas. Agobiarse es muy malo, te hace pensar que no llegas, pero realmente nunca lo vas a saber, porque ¿quién te dice que si en este mismo momento te lo estás planteando no estás tirando el tiempo que te servirá para llegar? La vida es corta, y nosotros somos capaces de hacer cosas que deberían estar inalcanzables, pero día tras día se nos demuestra que no es así, todo lo que te encuentras en tu vida te enseña a estar algo más cerca de tu sueño, y así se construye el mundo, poco a poco. Créeme, se puede llegar.

Entonces me he levantado mejor esta mañana, habiendo dejado tirados a mis amigos la noche anterior. Lo primero que he querido hacer es disculparme aún más con mis padres, como toca, porque la culpa no es sino mía, y aunque se lo dije ayer, ellos siempre aprecian que desayunemos juntos. El perdón es lo que te hace más humano, y te hace tan humano cuando perdonas como cuando pides perdón con sinceridad. Hoy me he sentido la persona más persona del mundo, lo siento por vosotros.

Por la tarde debía jugar un partido en Castellón, así que tenía que irme de casa, y ya de paso me quedaría en el piso allí (aquí) de cara a pasar la semana, como siempre. El partido perdido, pero buen partido, me quedo con cómo he jugado, que no está demasiado bien, pero no está mal.

Cuando llego al piso se me ocurre ir a por el pan antes de que cierren el supermercado, y voy; después de todo acababa de jugar un partido, y estirar las piernas y que me de el aire me viene siempre bien para ponerme a estudiar. Me dejo las llaves dentro. Lo sé, soy un despistado, pero estoy cansado. Es mi culpa, pero lo único que he podido hacer es reírme de mí mismo, no tengo otra, si me pongo a llorar y pienso que soy un imbécil no voy a lograr nada.

He hablado con la casera, y he quedado en su casa para que me de las llaves de repuesto. Por el camino iba hablando con Lucía y con mi madre, por turnos, nunca a la vez, y entonces se me queda el móvil sin batería.

Ya estoy en casa, y tengo que estudiar porque el lunes y el martes tengo exámenes.


Y ¿por qué escribo de todo ésto? Porque hoy ha sido uno de esos días de los cuales no puedes hacer nada con ellos sino aprender. Y he aprendido que a pesar de que te pasen muchas cosas malas no tienes por qué pensar que todo te va a pasar a ti, porque sino te pasará. Hoy me he reído, y bastante, sobre todo en los capítulos posteriores al partido, donde estaba relajado y cansado. Al final lo he visto desde otro punto de vista, ahora sé que no me tengo que agobiar, sé que tengo que mejorar más jugando, esforzarme por coger las llaves cada vez que salga de casa y además cargar el móvil aunque tenga media batería, porque las baterías ya no se hacen como antes, y no duran nada.

Sé que la mala suerte no existe, sino que existe una actitud ante la vida. Hay quien piensa que cuando un día te sale mal te va a pasar todo a ti, y entonces es cuando pasa. La mente es el arma más poderosa, y no tenemos un mecanismo para evitar las desgracias, pero sí para atraerlas, y si hay algo peor que una putada son muchas en fila. La vida hay que tomársela con filosofía, y eso es lo que no he hecho últimamente.

Hoy realmente no he aprendido nada, sino que la vida me lo ha recordado. Mañana toca despertarse pronto para estudiar, y cuando lo haga sonreiré por no haber tenido que dormir en el rellano de la escalera hasta que llegasen mis compañeros de piso. También tienes que pensar que las cosas podrían haber salido peor.

Hay que cambiar esa actitud de perros pachones.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿A qué juego ahora mismo?

Es simple:

En primer lugar juego a los minijuegos online del Skype con mi novia, son muy entretenidos, y fomentan la competitividad (a veces no tan buena para la relación):


En segundo lugar sigo jugando al que ha sido mi juego principal por más de un año ya, League of Legends. A pesar de todo el tiempo invertido en ese juego y todos los buenos ratos lo voy dejando poco a poco, ya que en parte empieza a cansarme todo el rato la misma dinámica DotA, un mismo metajuego, un mapa igual... De todas formas sigue siendo un grandísimo juego:


Además, me he vuelto a bajar el World of Warcraft (juego en un servidor pirata, sí, pero ya no le voy a echar nunca más la cantidad de horas que hacía antes), y estoy esperando el Diablo 3, por supuesto. Al mismo tiempo mi hermano se acaba de comprar el Battlefield 3, y ahora está en casa el Call of Duty Modern Warfare 2.

Sin embargo, la semana pasada me apropié del que quiero que sea mi juego durante una temporada, hasta que salga el diablo más o menos, y es el Starcraft 2. Es un juego de estrategia donde los haya, en el que tienes que invertir más horas leyendo sobre unidades, aperturas y defensas que jugando, y aun así te van a seguir metiendo palizas online. Llevo una semana jugando y no levanto cabeza, no gano ni una partida, pero me gusta mucho el juego. Ya mejoraré con el tiempo, o eso espero. Próximamente sacarán la expansión, así que mejor imposible:


Me encantan los videojuegos.
Sé que se nota.