viernes, 15 de abril de 2011

Me escondo

Últimamente no he tenido días fáciles, me despertaba tal cual me acostaba, raro, inseguro, en general descontento conmigo mismo. Pienso que tanta inseguridad es fruto de todas las cosas que pasan por mi cabeza minuto tras minuto, segundo tras segundo, y cada momento.

Lo admito, me escondo tras mi ego para que no me puedas dar. Últimamente me he crecido para intentar sentirme por encima de todo, para intentar esquivar todas las cosas que me pueden llegar a preocupar en una semana normal. Creo que si ahora mismo me pilla cualquier cosa la puedo convertir en un comedero de cabeza. Me engaño. Y eso no es así.

Si tan solo fuese eso, no estaría tan mal. El problema es cuando te pones a la defensiva, lo comentas todo, de todo el mundo, me da igual si contigo he hablado una frase o si vivo contigo, te lo voy a decir. Te voy a soltar en cada momento la cosa más ofensiva que me venga a la cabeza, soy un capullo, lo sé, y a veces parece que lo disfrute. Así te esquivo, haciéndote que me esquives. A la vez te busco, a cualquier persona, intentando que tú seas la persona que necesito para simplemente contarte mi vida, contarte que me siento mal conmigo mismo, contarte que en el fondo no me creo ni guapo, ni listo, ni atractivo; que ni siquiera me siento como una puta mierda, porque ni siquiera soy eso. Te quiero contar que estoy mal, y que me siento mal, pero al comienzo de la propia conversación me pongo a la defensiva. Creo que así no podré llegar mucho más lejos.

¿Qué más da si uno está mal? ¿Qué más da si podemos hacer que los demás piensen que uno está bien? El problema es que soy de los que no les gusta que le pregunten, pero que lo buscan para poder sentir algo, para ser consciente de que pasarlo mal también es de una persona como tú, como yo, como todo el mundo. En cierto modo voy buscando la ostia más grande que me pueda dar, para despedazarme y volver a montarme por piezas, y así a lo mejor algo sale diferente, y mejor.

Por eso quiero que sepas que no soy así, que simplemente estoy en una época un tanto diferente de mi vida, que soy un niño miedoso, y que lo que más miedo me da en el mundo soy yo mismo, el daño que me puedo hacer, y lo segundo es la oscuridad, que es algo así como el daño que me puedo hacer otra vez a mí mismo, pero encima sin verlo.

Gracias, por la ostia.
Y lo siento.

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