lunes, 4 de abril de 2011

Otro Sueño Más

Hace dos días soñé que me encontraba con mi ex-entrenador, le abrazaba y se me saltaban las lágrimas de la emoción, de lo que echo de menos el waterpolo, al propio Rubén, a la piscina, a mi equipo y todo lo que me han dado todos ellos, desde triunfos inolvidables hasta ocasiones en las que solo el esfuerzo era capaz de consolarme.

No sé muy bien el por qué soñé con él. Lo recordé muy vivamente, como si fuese ayer. Era una sala de color naranja, como el chándal de mi equipo. Y él lo único que me dijo fue: "¿Qué tal va todo campeón?"



La mayor parte de lo que he conseguido en el deporte ha sido gracias a este hombre, por no decir todo. Él es ambicioso, orgulloso, competitivo y muy bueno en todo aquello a lo que se dedica. Tiene una vida, tiene sus sueños, lo tiene todo, pero lo que más le importa en el mundo no es otra cosa que el waterpolo.

No sé el porqué le llamo a Rubén Darío ex-entrenador, porque por mucho tiempo que pase, por muchos equipos en los que pueda llegar a estar, él siempre será mi entrenador.

Gracias por todo, Rubén.

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